Este domingo, Austria lucha contra el temporal. Los bomberos trabajan contrarreloj para paliar los efectos de las graves inundaciones en toda la región. El caos se ha adueñado de las calles. Tras la tormenta, la gente ha comenzado a limpiar los sótanos anegados de barro mientras los servicios de emergencia atienden los daños ocasionados en las viviendas. En Krems, un niño de tan sólo 13 años ha fallecido a consecuencia de las lluvias. Se cree que el pequeño estaba nadando en el río cuando le sorprendió la riada. Los vecinos aseguran que el problema está en la gran cantidad de agua que ha caído en un espacio tan breve de tiempo. Ahora tratan de sobreponerse a la fuerza de la meteorología desaguando garajes y barriendo el lodo fuera de sus casas.