Carreras en Durban entre balas de goma y botes de humo. Las primeras cargas policiales del Mundial no se han dirigido contra ninguna de las aficiones, sino contra varios centenares de trabajadores que fueron a cobrar su paga tras el Alemania-Australia. Protestaban porque les pagaron el equivalente a 20 euros, cuando les habían prometido tres veces más. "Es cruel, muy cruel", aseguran los afectados.