Fátima Gailán, mediadora cultural del ayuntamiento de Cunit, es la primera mujer musulmana que consigue en España sentar en el banquillo de los acusados a los líderes de su comunidad islámica. Les acusa de insultarla y coaccionarla para que abandonara su trabajo y de querer excluirla de dicha comunidad, todo por no llevar velo y no seguir los preceptos islámicos.