Sólo en la cornisa cantábrica y en Baleares se libran de las temperaturas abrasadoras. El resto de España es un horno. Se lleva la palma Toledo. Con 39 grados, subir las cuestas del centro es como una penitencia. Los turistas lo intentan, pero refujiándose en cada sombra que encuentran. Zaragoza también está en alerta, con maximas de 37. En Murcia sólo se sale a mediodía si no hay mas remedio o por aburrimiento. Con este calor, ha caído un récord: el de consumo eléctrico, lo hemos batido a las 13:26h.