Casi dos años y medio después de que Kosovo proclamara su independencia de Serbia, el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), máxima instancia de la ONU, dictaminó que dicha declaración de independencia es legal porque no viola ningún precepto del derecho internacional. El primer ministro kosovar, Hashim Thaci, habló de "día histórico" y de "gran victoria no solo para Kosovo, sino también para toda la región".