En los últimos tiempos, las relaciones hispano-marroquíes habían logrado normalizarse. Pero en las últimas semanas, el clima se ha enrarecido. Hasta el punto que el Rey Juan Carlos y Mohamed VI se han visto obligados a llamarse por teléfono. Los dos han mostrado su deseo de que desaparezcan los malentendidos entre ambos países. La llamada se ha producido después de que varias asociaciones marroquíes hayan convocado un boicot a la entrada de productos españoles por la frontera de Melilla. Las organizaciones quieren responder así a las cinco supuestas agresiones de la policía española a ciudadanos marroquíes. Los convocantes de ese boicot también han aprovechado la situación para reabrir su vieja aspiración soberanista. Pretenden que la reclamación de Ceuta y Melilla se convierta en la nueva canción del verano.