El objetivo, esta vez, era estrechar lazos con Japón. "Hay mucha relación entre japoneses y españoles", ha asegurado. Aunque el presidente del Gobierno también ha querido verse con la colectividad española, con la que esos lazos son aún más visibles.De ellos, Zapatero ha escuchado también alguna queja.Pero Zapatero también ha ido a Japón a sacar pecho de la fortaleza de la economía española. "España no ha pedido, ni ha necesitado asistencia ni de la UE, ni muchos menos del FMI", afirmaba Zapatero en declaraciones a los medios.A los japoneses les interesa saber cómo se han encajado en España los sacrificios a los que ha obligado la crisis."Los sacrificios de hoy, como pasa en la historia económica de todos los países, son la puerta al bienestar de mañana".Y así espera que lo vean los sindicatos con los que espera seguir dialogando tras la huelga general. Y todo esto dicho, en un Japón muy acostumbrado a crisis de Gobierno.Zapatero sabe que su sillón también depende de la negociación de los presupuestos, por eso, le ha mandado un mensaje al PNV. Habrá mayor colaboración con ellos si le apoyan.