Los biólogos han descubierto que, en la cordillera Cantábrica, los osos no hibernan, hay algo que les mantiene despiertos. Han tenido que seguir sus huellas durante 9 inviernos, buscar su rastro en la nieve que oculta sus guaridas para constatar algo que nadie había comprobado científicamente: las osas cantábricas y sus crías de hasta dos años no hibernan porque están siendo amamantadas.