Separadas físicamente del resto del local, con ventilación independiente, no pueden entrar los menores y no habría servicio de camareros. Los fumadores lo ven como una opción para no tener que salirse a la calle cuando llegue la prohibición total. Serían unos habitáculos y unas situaciones parecidas a las cabinas que encontramos en los aeropuertos. Estas cabinas se convertirían en una puerta abierta para los fumadores.