En una demolición de una chimenea industrial de 83 metros en Ohio (Estados Unidos), algo no salió como se esperaba todo parecía bajo control salvo que la torre cayó en la dirección equivocada. Los empleados de la central eléctrica tuvieron que correr para salvar la vida porque los cables de tensión se vinieron abajo. Unas 4.000 personas se quedaron sin luz aunque el grave error no causó heridos.