Los ancianos de los centros de mayores de Valencia no podrán volver a apostar dinero cuando jueguen a las cartas o al bingo. Para los jubilados es una medida excesiva. Dicen que las cantidades que apuestan son simbólicas: pretenden divertirse con los amigos, no ganar dinero. Las apuestas con dinero se consideran un juego de azar y no están admitidas en el reglamento de los centros de mayores.