Las prostitutas precederán a todos en el reino de los cielos, dice el Evangelio. Y son ellas las que ahora preceden a todos en esta especie de bula papal sobre el uso del preservativo.Constituyen el único ejemplo que cita Benedicto XVI, en los casos en los admite el profiláctico para evitar el contagio.El mundo cambia muy rápido, dice el cardenal brasileño Claudio Hummes, para justificar este giro.Es un paso significativo, dicen desde la oficina de la ONU dedicada a la lucha contra el SIDA. Aunque otros colectivos se muestran más escépticos. Estas palabras papales, en cualquier caso, son inéditas. Sólo hay que recordar la polémica del año pasado cuando, en su viaje al continente más castigado por el SIDA, Benedicto XVI rechazó el condón como medida contra ese virus.En el libro que recoge estas declaraciones, el Papa mantiene la línea tradicional en otros temas, como la ordenación de mujeres. Sobre el burka, defiende su uso, siempre que sea voluntariamente.