Los dueños de un local de alterne desarticulado en La Jonquera, en Girona, explotaban sexualmente a las prostitutas con palizas o las amenazaban con que sus familiares sufrirían las consecuencias. Ahora se celebra el juicio. Entre los acusados hay un ex guardia civil.En la transcripción de la conversación telefónica que uno de los imputados mantuvo con una de las chicas se escucha como le recrimina que sólo haya ganado 130 euros en dos días.El juez autorizo las escuchas y ahora es la prueba principal contra un guardia civil, su esposa y el portero de un club de alterne que se enfrentan a ocho años de cárcel. Según el fiscal, convencieron a tres jóvenes ucranianas para que vinieran a España a trabajar de camareras. Cuando llegaron les quitaron el pasaporte y las obligaron a prostituirse en diversos clubs de Girona.Las golpeaban porque trabajaban poco o mal y las amenazaban de muerte. La pesadilla duró más de un año.Gracias a las escuchas, la policía desarticuló la banda cuando ya hablaban de traer a más chicas de otros países.