Mientras se realizaba un debate en el parlamento rumano, uno de los asistentes a la tribuna de invitados se encaramó a la barandilla y al grito de "le habéis quitado el pan a mis hijos" se arrojó desde una altura de unos cuatro metros. El hombre, de 41 años de edad, ha sido trasladado a un hospital donde se recupera de los múltiples traumatismos sufridos, mientras su vida no corre peligro.