Le pedían 80.000 euros para que dejaran de molestarle. Bisbal les fue dando largas. El popular cantante seguía las órdenes de la Guardia Civil, que ya estaba alertada. Necesitaba ganar tiempo para dar con los extorsionadores. Con la información de la cuenta proporcionada por los delincuentes llegaron hasta ellos. Eran cuatro y trabajaban en un colegio de Santo Domingo. La jefa de la banda era una psicóloga, fan de David Bisbal. La amenaza se cernía sobre él: difundir datos de su vida privada y canciones del nuevo disco. Fue el punto en el cual Bisbla decidió denunciar. En un comunicado ha agradecido la ayuda de la Guardia Civil.