El enfrentamiento entre la policía y un grupo de vecinos de Seúl, capital de Corea del Sur, ha acabado con este incendio y seis fallecidos, entre ellos un agente. El inmueble estaba ocupado ilegalmente por 40 personas, que protestaban por el desarrollo inmobiliario. Durante su desalojo, se resistieron lanzando varios cócteles molotov contra la policía. Otras 17 personas han resultado heridas.