Torniquetes, pantallas correderas, inspectores y personal de seguridad. Toda vigilancia es poca para evitar las ya conocidas escenas de usuarios colándose en el Metro de Madrid. La empresa abrió sólo el año pasado 6.000 expedientes a personas que no habían pagado su viaje. Este año se pretende reducir esa cifra con la amenaza de las multas. Circular por la red de Metro sin billete supondrá un desembolso de 20 euros y la falsificación del abono mensual casi 170 de multa por falsedad en documento. Inspectores del Metro de Madrid aseguran que con la crisis este tipo de fraudes aumenta. A muchos de ellos se les asigna una ruta diaria con el fin de certificar que cada viajero tiene su billete en regla.
