El País Vasco está en alerta por una ciclogénesis explosiva, un fenómeno meteorológico de consecuencias desastrosas, que ya ha sucedido anteriormente. Se trata de vientos muy fuertes, de hasta 150 km/h, con olas de hasta 14 metros. En el año 2006 las olas alcanzaron los doce metros y arrasaron el Paseo Marítimo de San Sebastián. Se tardaron semanas en volver a la normalidad y las pérdidas fueron millonarias. En marzo de 2008 se repitió el fenómeno con las mismas consecuencias. La alerta es máxima y se recomienda no salir a la mar y en tierra firme mantenerse en casa a no ser que sea imprescindible.