Llegó la hora de que Steven Gerrard enfrentara los tribunales. Lejos del campo de juego y de cualquier balón, el capitán del Liverpool debió presentarse en un juzgado de North Sefton para declarar sobre el famoso incidente del 29 de diciembre, que finalizó con su detención.El jugador había salido con unos amigos a festejar el triunfo por 5-1 al Newcastle y, aparentemente, protagonizó una gresca con otros presentes en el Lounge Bar de Southport, que finalizó con un hombre de 34 años herido. Luego, Gerrard fue detenido junto a otras cinco personas.Aún así, el entrocampista se ha declarado inocente del suceso en el bar y esperará salir indemne de cualquier acusación, pese a que su situación es bastante comprometida.El próximo 20 de marzo se sabrá la sentencia. Según lo que se estima, el futbolista deberá pagar una costosa fianza.