Irak se ha despertado en calma tras una jornada electoral que invita al optimismo. Los comicios trancurrieron sin apenas incidentes violentos, en un ambiente festivo y pacífico. Todo lo contrario a la ola de violencia que dominó las elecciones de 2005. Por ello, hoy los ciudadanos iraquíes se muestran esperanzados y esperan que el 31 de enero de 2009 sea el inicio de una nueva era democrática en el país.