Uno de los trenes había salido de La Habana y se dirigía a Santiago de Cuba. El otro, partió de Manzanillo con dirección a la capital. Dos de las víctimas mortales, fallecieron en el momento de la colisión, y la tercera, perdía la vida horas más tarde, a causa de graves heridas. Los heridos fueron atendidos en hospitales de la ciudad de Camagüey y otras poblaciones cercanas. Hasta el lugar del siniestro acudió el ministro cubano de Transporte, Jorge Luis Sierra.