De cara a los medios de comunicación y sin ocultar su confianza en recuperar la economía. Antes de las buenas noticias de Wall Street, Barack Obama se mostraba seguro de salir adelante con el nuevo plan que ha diseñado su secretario del Tesoro Timothy Geithner, cuyo destino parece estar ligado al éxito de este rescate financiero. Las nuevas ayudas quieren sanear las cuentas de los bancos. Comprar con dinero público y privado sus activos más problemáticos, los que no consiguen vender en el mercado por problemas de liquidez. Quiere subsanar un problema que viene del sector inmobiliario y que paradójicamente ayer registraba su mejor dato en los últimos meses. La venta de viviendas en Estados Unidos ha roto su tendencia negativa con una subida en febrero de hasta un 5%. Las buenas noticias para Obama también llegaban desde estos despachos. Según el Fiscal general de Nueva York, 15 de los 20 ejecutivos que cobraron primas millonarias de AIG, la aseguradora rescatada por el Gobierno, han confirmado que devolverán el dinero, unos 60 millones de euros.