Nada más triste para un niño que un juguete roto, pero ya hay un lugar pensado para que los niños dejen de llorar cuando se les rompe un muñeco. La solución esta en este taller o quirófano porque aqui también hay que cortar, hacer bypass en las arterias, insertar silicona, implantar pelo y hasta tratar a pacientes terminales.Lo más parecido a un banco de órganos. Si no fuera por este sanatorio, la esperanza de vida de la Nancy o la Mariquita Pérez habría sido mucho menor. La única que no tiene solución es la famosa Barbie, ya que no se fabrican recambios para ella.