Un poderoso ejército de agentes de élite y policías recibe órdenes. Penetra en la escuela. Poco antes, a las nueve y media de la mañana, Tim Krestchmer, de 17 años, había entrado enmascarado, vestido con traje de combate y armado. Comenzó a disparar a bocajarro en varias aulas, sobre todo contra mujeres.8 alumnas de un total de 9 de entre 14 y 16 años cayeron de forma inmediata de un tiro en la cabeza. Luego asesinó a dos profesoras y un maestro.El joven asesino salió huyendo hacia el centro del pueblo. En ese tramo, una persona más, un adulto, moría a causa de la enajenación asesina del joven.En ese momento, el operativo policial crecía y trazaba varios perímetros con el auxilio de helicópteros. Mientras tanto, los cerca de mil alumnos, eran desalojados.El joven Tim consiguió huir durante 40 kilómetros tras secuestrar a un conductor al que dejó libre. La frenética persecución finalizó en este concesionario de automóviles, donde fue rodeado. Allí comenzó un tiroteo en el que asesinó a dos empleados y en el que acabó muriendo. No está claro si se suicidó.El chico era normal, sacaba notas normales. La única anormalidad aparente estaba en su casa: el padre tenía una importante colección de armas legales.