Después de 10 años, dejar un cargo no es nada fácil. La alcadesa de Córdoba, Rosa Aguilar, se despedía ayer llorando de sus compañeros de corporación. Antes, comparecía emocionada en rueda de prensa: "No me voy de aquí, me quedo a trabajar a otra responsabilidad a otro lugar". Aguilar será la consejera de Obras Públicas y Transportes sin afiliación política y asegura que trabajará "con plena lealtad" al presidente de la Junta de Andalucía. Se ha dado de baja en Izquierda Unida y a sus antiguos compañeros no les ha sentado nada bien esta decisión. Un nuevo cargo y una nueva vida para esta cordobesa de 51 años con una trayectoria política como pocas.