Las medidas anunciadas ayer por el Gobierno en el Congreso sobre las ayudas a la compra de automóviles y la disponibilidad de ordenadores en los colegios plantean muchas dudas, sobre todo porque no se pueden aplicar sin la colaboración autonómica. Las del automóvil, porque las comunidades tendrían que dar 500 euros a cada ciudadano que compre uno nuevo. Y las del ordenador, porque las competencias están transferidas. Los presidentes autonómicos del PP dudan de su éxito y que se quejan de que el Gobierno cargue en ellos parte de su coste.