La fiebre culé inunda balcones, ventanas, escaparates comerciales e incluso museos, el día antes de la final de Champions más esperada por los forofos azulgranas. Paseando por Barcelona estos días se puede ver de todo: desde pasteles con los colores del Barça a un maniquí de lencería erótica que se cubre con una bufanda del equipo. Incluso el Museo Palmero ha vestido sus Meninas con los colores del equipo de Guardiola y un centro de estética ofrece masajes desestresantes gratuitos para los socios que no han podido viajar a Roma. Además de todas estas iniciativas que inundan la ciudad de moratón y grana, evidentemente están los balcones, las ventanas e incluso los numerosos peatones que exhiben con orgullo las camisetas y los colores de su equipo por las calles de Barcelona.