Cientos de agentes de policía antidisturbios se han enfrentado en el centro de Varsovia con comerciantes que se han opuesto al desahucio de su mercadillo, visto como un auténtico símbolo del capitalismo crudo que prosperó en la década de los noventa. La policía tuvo que cortar el acceso principal al centro de la capital polaca y hacer uso de los cañones de agua para dispersar a los comerciantes, que se defendían con piedras, ladrillos y palos. Antes habían hecho uso de extintores de incendios y gases lacrimógenos como los guardias de seguridad que intentaron asaltar el edificio en el que se almacenaban ropa y calzado.