Hace dos años, en la localidad onubense de Beas, un hombre asesinó a golpes a su compañera sentimental mientras dormía.Tras asestarle hasta dieciocho martillazos, él mismo avisó a la Guardia Civil. En el juicio que se ha celebrado por este caso, el asesino ha reconocido los hechos y ha mostrado su arrepentimiento. La fiscalía, la acusación y la defensa han llegado a un acuerdo: 15 años de prisión, 5 de alejamiento y una indemnización económica de 18.000 euros a cada hijo de la víctima.