En el lugar de la explosión, un vecino de Mallorca ha explicado que cuando salió de trabajar se puso al lado del cuartel de la Guardia Civil y entonces vio un Land Rover en llamas, "se había levantado más o menos unos dos o tres metros del suelo y había un chico que arrastraban y le daban masajes cardíacos en el pecho, y el otro chico creo que estaba dentro".