El rescate de Opel ha recibido el visto bueno del Gobierno alemán. El ministro de finanzas, Peer Steinbruck, ha confirmado la adquisición de Magna tras una reunión de seis horas y media en Berlín. Magna y General Motors serán los nuevos inversores. La Unión Europea ha logrado el compromiso de Alemania para que la salvación de Opel se produzca a escala europea y no nacional, de modo que las plantas de Bélgica, Hungría, Polonia y Figueruelas, España, recibirán el mismo trato que las cuatro fábricas alemanas una vez sea saneada la filial de General Motors. La oferta inicial de Magna prevé una inversión propia y del banco ruso Sberbank de 700 millones de euros, de los que una parte estarían garantizados por el Gobierno alemán. Un plan de rescate con daños colaterales. Magna pretende recortar en torno a 10.000 puestos de trabajo, del total de 52.000, que tiene Opel en varios países europeos.