En la Edad Media, los ciudadanos tenían que pagar, al Rey o a la Iglesia, el diezmo: el diez por ciento de sus ingresos, en especies o metálico. Recuperando la idea, el Obispado de Santander ha pedido a sus fieles que entreguen, cada mes, el salario de un día, para obras de solidaridad con los que no tienen trabajo. De pasar el cepillo en la Iglesia no salen grandes riquezas. El Obispado de Santander lo sabe y como ven que así es difícil ayudar a los que menos tienen han decidido emprender una nueva campaña. Pedir a cada ciudadano que done "cada mes" su sueldo de un día a un parado. Remover conciencias y bolsillos es la clave. En España el sueldo medio es de 1.400 euros, así que, con ésta iniciativa, cada uno debería donar unos 45 euros al mes.