El insulto 'hijo de puta' lo escuchamos casi todos los días. Es muy repetido en el mundo del fútbol, en televisión, en películas, en manifestaciones e incluso en política. Pero de tanto usarlo, la madre de los insultos ha dejado de hacer daño.Eso es, al menos, lo que dice la sentencia de un juez en Barcelona. El empleado, tras una discusión, llamó 'hijo de tal' a su jefe; le despidieron, se llevó a juicio y ahora la sentencia dice que llamar eso a un jefe no es motivo de despido, porque ya no tiene el significado literal, porque es de uso corriente.