Al grito de asesino más de 200 antifacistas persiguieron a Josué Estébanez hasta la calle . La patrulla le interceptó pero antes de entregarse el militar tiró el cuchillo. A pesar de la protección de la policía, la multitud enervada se tiró a por él. Hoy también ha declarado el soldado con el que Josué compartía habitación, de nacionalidad ecuatoriana. Su coronel de regimiento ha explicado que la navaja es material de campaña, que se puede llevar de permiso. Y el jefe policial de tribus urbanas ha dicho que la estética que llevaba era skin neonazi.
