Javier lleva toda la vida trabajando en el campo, pero antes además era el presidente de una asociación hortofrutícola. Y ese sueldo lo dedicaba íntegro a abonarle la pensión a su ex mujer. De cuarenta hectáreas que tenía le quedan siete. En el campo tiene pérdidas y con lo que gana ya no puede pagar la pensión. El caso de Javier no es el único. Manuel es abogado especialista en divorcios y en su mesa cada día hay más demandas de este tipo. En Barcelona, por ejemplo, una ex esposa ha pedido que se declare en quiebra a su ex marido. De esta forma primaría lo que a ella se le abona en concepto de pensión de alimentos sobre el resto de deudas que él tenga.