Fue una de las últimas personas que vio con vida a Miguel Grima. El entonces alcalde de Fago compraba aquí horas antes de ser abatido junto a una cuneta. Casi tres años después el pueblo sigue intentado olvidar la tragedia. Hoy en Fago solo quedan dieciséis vecinos. El único bar que había cerró hace mas de un año. La casa rural , que levantó el propio Grima, continua cerrada. y de las propiedades de Mainar sólo se conserva esta vivienda. Eso, nuevas parejas se han instalado también en la aldea. Aunque los curiosos siguen llegando. Dentro de dos semanas, cuando acabe el juicio, fago por fin espera pasar pagina de una vez