La gran expectación que despertó la declaración de Santiago Mainar, único imputado en el caso por el asesinato de Miguel Grima, no se dejó notar en Fago. El pequeño pueblo del Pirineo permaneció durante toda la mañana de este lunes en silencio. La localidad permaneció desierta, salvo por algunos visitantes ajenos a lo ocurrido hace tres años en Fago y el trabajo de los medios de comunicación. La plaza Mayor acogió el ir y venir de los periodistas desplazados.