Voluntarios y turistas han intentado salvar a las más de 60 ballenas piloto que quedaron varadas este fin de semana en las playas de Nueva Zelanda. Durante horas las han mantenido mojadas para evitar su deshidratación. Sus esfuerzos han conseguido que 43 de ellas regresasen vivas a alta mar. Desafortunadamente, muchas otras han muerto asfixiadas. Los científicos aun no conocen saben con certeza la razón por la cual algunas especies de ballenas se desorientan y acaban varadas en la cosa.