Son las armas de los piratas. Arsenales oxidados que nos muestran las autoridades somalíes. A unos metros, están los secuestradores de alta mar, hoy encarcelados, que pueden hablar sin oposición ante los medios. Una realidad contada desde el otro lado de esta verja, vigilada de cuclillas por francotiradores y que separa la cárcel de la libertad de la calle... Prisiones así pueden ser el destino de los dos piratas detenidos en España. Una posibilidad que no descartaba ayer la ministra de Defensa para desbloquear así la situación del Alakrana. El gobierno español ha anunciado también que va a pedir a la Unión un refuerzo de la seguridad para bloquear a los piratas antes de que salgan de puerto y, por otro lado, cortar de raíz sus fuentes de financiación en Europa.Mientras esto se estudia, la Audiencia Nacional va a continuar con el siguiente paso de la instrucción. El juez Pedraz tiene previsto llamar a declarar a los militares que arrestaron a los secuestradores. Mañana, 52 escoltas privados se trasladarán a las islas Seychelles para proteger a los 13 atuneros españoles que faenan en el Índico.