Las autoridades chinas han reconocido ya 19 muertos en las protestas que se produjeron la semana pasada en la capital de Tibet, Lhasa, y que amenazan con extenderse a otras provincias cercanas. Uno de los fallecidos es policía, y el resto civiles. China acusa al Dalai Lama de provocar los disturbios, y a la prensa internacional de manipular los hechos. La televisión oficial ha difundido imágenes de los destrozos y declaraciones de residentes en las que piden que se castigue a los culpables. Mientras tanto, continúan las protestas en todo el mundo por la ocupación de Tibet y la represión de los disturbios de la semana pasada. Hoy ha sido en Tokyo, donde los manifestantes han pedido al gobierno que mantenga una postura firme ante el gigante asiático.