El Semanario alemán STERN asegura que la cadena de supermercados LIDL ha colocado cámaras espía en sus centros. El objetivo sería espiar a sus empleados y saber lo que hacen y hablan. Varios detectives privados habrían sido contratados supuestamente por la cadena de supermercados alemana. 10 microcámaras en cada centro les servían para hacer un informe detallado del comportamiento de los trabajadores, de su vestuario e incluso de sus visitas al baño o de si mantenían relaciones sexuales entre ellos. Es lo que asegura el periodista del semanario alemán STERN que dice haberlo descubierto. Según el supermercado, el servicio de micrócámaras sólo tenía como objetivo identificar posibles hurtos, algo similar a lo que ya hacen numerosos centros comerciales españoles. Pero los documentos presentados por el periodista demuestran al parecer lo contrario. Según sus datos, los espías contaban con el beneplácito de los directores de los supermercados, y llegaron a grabar incluso las conversaciones telefónicas de los empleados.