En Catalunya, las lluvias que han caído estos días han sido mucho menos intensas de lo esperado, apenas unos cuantos chaparrones que tan sólo han servido para refrescar el ambiente y limpiar las calles. En Barcelona están preocupados, hace falta que llueva. Los embalses están al 20% de su capacidad, y si la sequía prosigue en esta tesitura, el próximo miércoles se declarará la situación de emergencia y la primera medida será reducir la presión en los grifos de las viviendas. No será la única consecuencia, la prohibición de regar en jardines está haciendo ya estragos en el mercado de la flor, las ventas han caído un 70%.