Los ocho tripulantes de un avión de carga sudanés An-32 murieron al estrellarse anoche el aparato cerca de Chisinau, la capital de Moldavia. El avión se precipitó contra la tierra al intentar regresar al aeropuerto pocos minutos después del despegue, según las agencias rusas. Al parecer, los tripulantes del aparato detectaron problemas en uno de los motores, por lo que optaron por efectuar un aterrizaje de emergencia. No obstante, el piloto perdió el control del avión, que se estrelló en un descampado a varios cientos de metros del aeropuerto de Chisinau. Los ocho tripulantes, todos de origen moldavo, murieron carbonizados por el incendio que se declaró en el avión y que consumió la totalidad de su estructura. El ministerio del Interior local ha abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro, para la que se busca la caja negra del aparato.
