Juan María Atutxa se resistía a comentar la sentencia del Supremo. No lo ha hecho, a pesar de lo mucho que le han insistido los periodistas. 91 folios de sentencia que dejan claro que el ex-presidente del Parlamento Vasco se negó a disolver a los herederos de Batasuna de forma consciente y deliberada. Y lo hizo aún cuando la Ley de Partidos había declarado ilegal a Sozialista Aberzaleak. Por eso el Supremo le ha condenado a un año y medio de inhabilitación y a pagar una multa de 18.000 euros. Junto a él han sido condenados los otros dos miembros de la mesa: Gorka Knörr y Kontxi Bilbao. Aunque para ellos la inhabilitación es de 1 año y la multa de 12.000 euros. La más perjudicada es Kontxi Bilbao, que ocupa un cargo público: es parlamentaria así que deberá dejar su escaño en el parlamento vasco. La sentencia avala que en las causas judiciales donde no haya perjudicados concretos puedan ejercer la acusación personas ajenas a ellas. De esta forma, se abre la vía para que sigan abiertas causas como la del ácido bórico o la que hay contra el lehendakari Ibarretxe.