El polígono empresarial pontevedrés que robaron fue suyo en pocas horas. Seis empresas, seis horas para robarlas. En total el botín asciende a 8.000 euros. Usaron butrones perfectamente calculados y también escaleras para poder escalar hasta algunos ventanales. Los empresarios dicen que usaron las técnicas tradicionales con las habilidades propias de los equilibristas. Esto unido a los inhibidores, que la policía cree que emplearon, les permitió llevarse el dinero de las empresas. Ahora piensan en contratar a un vigilante para impedir nuevos y sorprendentes robos.