En China continúan las operaciones de rescate para recuperar supervivientes del terremoto de 7,9 grados que ayer azotó el país asiático. El Gobierno de Pekín calcula que unas 10.000 personas han muerto a causas del seísmo cuyo epicentro estuvo en el distrito de Wenchuan, situado en la provincia de Sicuani, al suroeste de China. Los equipos de rescate trabajan continuamente para rescatar a las personas que quedan atrapadas entre los escombros de edificios derrumbados por los temblores, mientras en los hospitales se amontonan los heridos. En las últimas horas, los miembros de salvamento han recuperado cuerpos de víctimas que yacían bajo escuelas y diversas edificaciones. Numerosos hospitales, centros escolares y casas han sido evacuados debido al temor de que la tragedia aumente. Y es que las réplicas del seísmo no han parado de producirse por lo que gran parte de la población ha dormido en la calle. Este terremoto es el desastre natural más grave que ha sufrido China desde el seísmo de Tang-shan de 1976, en el que murieron 240.000 personas