Hugo Chávez ha advertido que paralizará el envío de petróleo a los países europeos que apliquen la directiva de retorno de inmigrantes ilegales aprobada por el Parlamento Europeo. El presidente venezolano, que recibió en Caracas la visita de su homólogo paraguayo, quien también fue crítico con la medida, no ha dudado en plantear otra opción para Latinoamérica. La norma europea, muy criticada en América Latina y por grupos de defensa de Derechos Humanos, permite el internamiento de los inmigrantes ilegales por un máximo de seis meses antes de su expulsión. Este periodo puede extenderse por otros doce en casos excepcionales. No obstante, no es de obligatorio cumplimiento y cada país miembro decidirá su aplicación o no.