Hombre y caballo frente a frente en Galicia. Los caballos salvajes de esta tierra son reunidos para ser rapados por los "aloitadores", como así se llaman a los mozos de la aldea. Se les corta la crin ante la mirada de miles de visitantes que son testigos privilegiados de este rito anual. Este año han logrado reunir a mas de 500 ejemplares, entre los que destacan decenas de potros. Con el recinto amurallado abarrotado, casi 2000 personas esperan desde hace horas en las gradas a que comience la suelta de caballos. Hace falta controlar bien la técnica, pero mantener la templanza a la hora de 'aloitarlos' también es fundamental.