El viaje por el horror costero español no entiende de comunidades y las hay por ejemplo en Andratx, Mallorca, o en pleno Cabo de Gata, Almería. Hay urbanizaciones a pie de playa como la de El campello, Alicante, o chalets casi metidos en el agua como los que se edificaron en Nules, Castellón. Hoy Greenpeace ha denunciado cien puntos que destrozan la costa española. Lo peor está en Andalucía, seguida por Valencia, Murcia y Canarias. Y allí lo peor aún está por llegar, porque por ejemplo en un espacio privilegiado de Barbate planean construir dos hoteles. Y El Palmar, una de las playas más bonitas de Cádiz, está amenazada por una urbanización.