Cada vez es más habitual ver cigüeñas instaladas en espacios urbanos. El problema reside en que ese cambio de hábitat les puede suponer un grave riesgo para su salud, a ello hay que sumar el percance que en ocasiones causan a los vecinos. En Alfaro (Navarra) ya conocen los riesgos que suponen tener estas aves encima de sus tejados. Especialmente porque los nidos pesan de 200 a 500 kg y pueden crear destrozos en las viviendas. Un grupo de biólogos en Navarra han decidido realizar un proyecto pionero de traslado de estos animales del ámbito urbano a sus ámbitos naturales. No es para menos, ya que la iglesia de Alfaro concentra el mayor número de cigüeñas de toda Europa. Los biólogos de Stornus se llevan a los polluelos intentando así que los padres les sigan. Una vez se han movido destruyen sus nidos para que no puedan volver a ocuparlos. El traslado se hace mediante una grúa, dónde les crean un nuevo nido; allí permanecen 3 o 4 días mientras que les van acercando poco a poco al río para que se acostumbren al nuevo hábitat. El éxito de la iniciativa ha sido enorme ya que con el traslado se han atraído a más aves que ya han anidado en los chopos.